Un nuevo campo de participación: LA FERIA DE CIENCIA ESCOLAR

DESTINATARIOS: 

 Docentes de:  Inicial,  Primaria, Secundaria, Especial, Superior, estudiantes avanzados, Educación No formal, Educación Informal, Adultos, Supervisores, funcionarios públicos, personal técnico de la administración pública.

 PROFESOR DICTANTE

 Lic / Esp Nancy Fernandez

Especialista en Educación Ambiental

Universidad de León. España

OBJETIVOS

Contribuir al desarrollo de aprendizajes, que permitan la adquisición de valores, principios y metodologías propios de las ciencias escolares.

Apoyar y enfatizar el desarrollo de los contenidos educativo ambientales, en todos los niveles de la enseñanza, en forma curricular y sistemática, promoviendo el análisis de las causas de los principales problemas ambientales en un contexto local y regional.

Promover el análisis de las causas de los principales problemas ambientales en un contexto local y regional.

 Construir proyectos de Educación ambiental que puedan aplicarse en las Ferias de ciencias Escolares. 

FUNDAMENTACIÓN

 En los lineamientos elaborados por la “Comisión de Mejora de la Enseñanza de las Ciencias Naturales y la Matemática”[1] del Ministerio de Educación de la Nación, los procesos y eventos relacionados con las Ferias de Ciencias y Tecnología se encuadran en la finalización y exhibición de los estudios realizados por los estudiantes de todos los años de la escolaridad.

Al respecto, propone esa Comisión, la realización de muestras o exhibiciones en todos los establecimientos educativos del país con el objeto de que se presenten a la comunidad los trabajos que llevaron adelante los estudiantes de todos los niveles y modalidades educativas.

Estos trabajos reflejarían la construcción y reconstrucción del conocimiento científico escolar en relación a las disciplinas que forman las Ciencias Naturales, las Ciencias Sociales, la Educación Ambiental, la Matemática y la Educación Tecnológica, centrados en los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios (NAP) y/o en las currículas o los diseños curriculares de cada una de esas áreas en cada jurisdicción.

Se pretende que la presentación exprese la participación comprometida de toda la comunidad en una vivencia placentera de un acontecimiento educativo diferente; se debería reproducir el trabajo de aula de manera dinámica y colaborativa, en la cual los participantes, disfruten de exponer cómo han logrado estudiar un fenómeno natural, una problemática ambiental o una necesidad de la sociedad.

Un estudio profundo basado en la implementación de un método, no riguroso ni estático, buscando posibles explicaciones, soluciones y efectos, consultando fuentes de información, y demostrando en definitiva, qué han aprendido en ese proceso.

 

Lo innovador de las Ferias de Ciencias a partir del año 2010 es la inclusión del Área Educación Ambiental.

Hemos podido corroborar que fue masiva y activa la participación de las instituciones educativas en ésta nueva área, de hecho se presentaron en la edición 2010 un gran número de proyectos dentro de esta categoría, tanto Nacional como jurisdiccional.

Lo que motiva a proponer este proyecto de capacitación es la gran demanda y necesidad que plantean los docentes asesores y/o evaluadores en la capacitación sobre la implementación escolar de proyectos de Educación Ambiental, dado que aun se encuentra muy ligado este nuevo campo de conocimiento al Ambientalismo y/o ecologismo que primo en las décadas del 70/80/90.

Por ello Interesa, en primer lugar, recordar algunas de las definiciones y principios aparecidos en ese proceso por el que acabamos de circular. Por ejemplo la del Congreso de Moscú (1987):

«La E.A. se concibe como un proceso permanente en el que los individuos y la colectividad cobran conciencia de su medio y adquieren los conocimientos, los valores, las competencias, la experiencia y la voluntad capaces de hacerlos actuar individual y colectivamente para resolver los problemas actuales y futuros del medio ambiente» (II, 12).

Queda aquí, pues, claro que se trata de un proceso que afecta a la persona no solo en la etapa de la Educación formal, que tiene una clara inclinación hacia lo actitudinal y comportamental, pero que debe basarse en la adquisición de una serie de conocimientos y competencias:

 Conciencia: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que adquieran mayor sensibilidad y conciencia del medio ambiente en general y de los problemas conexos

Conocimientos: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir una comprensión básica del medio ambiente en su totalidad, de los problemas conexos y de la presencia y función de la humanidad en él, lo que entraña una responsabilidad critica.

Actitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir valores sociales y un profundo interés por el medio ambiente, que los impulse a participar activamente en su protección y mejoramiento.

Aptitudes: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a adquirir las aptitudes necesarias para resolver problemas ambientales.

Capacidad de evaluación: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a evaluar las medidas y los programas de Educación Ambiental en función de los factores ecológicos, políticos, económicos, sociales, estéticos y educacionales.

Participación: Ayudar a las personas y a los grupos sociales a que desarrollen su sentido de responsabilidad y a que tomen conciencia de la urgente necesidad de prestar atención a los problemas del medio ambiente, para asegurar que se adopten medidas adecuadas al respecto.

Se sitúa así la E.A. en las corrientes de Educación abierta, que van más allá de la Educación formal e institucional, para dirigirse a toda la población. Su ámbito de contenidos es muy extenso, referida como está a las relaciones naturaleza-sociedad y a la solución de los problemas que plantea. Por estas razones, es clara su vocación de formar expertos y especialistas, no solo docentes, en el campo de la Educación no formal e informal: animadores juveniles, gestores, orientadores de consumo, etc.

Su reciente proceso de ampliación conceptual y temática la ha llevado a ponderar el papel de la cultura de los pueblos, la revitalización de lo indígena y el vital papel de la mujer. En lo metodológico, la E.A. lucha contra el academicismo rigorista y la enseñanza libresca y propone una enseñanza viva y activa orientada al entorno, pero no desea caer en el activismo ni en la «entornitis», hipertrofia de ambas innovaciones; denuncia la degradación del medio, pero quiere evitar el catastrofismo y lo que algunos han llamado «ecopesimismo», buscando alternativas a la situación actual. Debe obviar también el reduccionismo explicativo o la adscripción dogmática y acrítica a determinados planteamientos.

 

Centrándonos ahora en el ámbito escolar, el objetivo de la E.A. se concreta en dotar al alumnado de las experiencias de aprendizaje que le permitan comprender las relaciones de los seres humanos con el medio, la dinámica y consecuencias de esta interacción, promoviendo la participación activa y solidaria en la búsqueda de soluciones a los problemas planteados.

Este objetivo, para ser alcanzado, debe partir de unos principios y adoptar unos contenidos y unos métodos que le son propios. La E.A. no se aviene, conforme más arriba se escribía, con determinados enfoques de la enseñanza ni con ciertos métodos tradicionales. Necesita un marco educativo distinto donde poder crecer y no ser ahogada.

Implica la necesidad de cambiar la actuación en el entorno y de que el ser humano se vea a sí mismo como parte integrante de él. El ser humano influye en su entorno pero a su vez el ambiente condiciona la vida humana. Para ello será necesario indagar, con rigor y ecuanimidad, sobre la génesis de los problemas ambientales: observar, reflexionar, investigar…

Otra idea básica debe ser la de la finitud de los recursos, el conocimiento de los recursos renovables y no renovables, y, en relación con ello, la búsqueda de la más justa redistribución y de la solidaridad. Esta solidaridad, otro principio básico, que habrá de ser sincrónica pero también diacrónica, nos hace responsables, como seres históricos, de la herencia dejada a las generaciones futuras.

La E.A., en efecto, debe, desde una lectura reflexiva y critica de la naturaleza, del entorno, conseguir el desarrollo en el alumnado de su propio sistema de valores. Para ello los conocimientos y la información son necesarios pero no suficientes.

Por esta razón la E.A., al ser básicamente una cuestión actitudinal, se enfrenta a uno de los más difíciles problemas didácticos: ¿cómo se «aprenden» los valores? ¿cómo se cambia de actitud? Ya que no se trata de adoctrinar, de imponer los valores, sino de situar a alumnas y alumnos en condiciones de reflexionar y descubrir un sistema propio y adecuado.

Nos encontramos aquí ante una exigencia que implica directa y fuertemente a los contenidos y metodología, ya que ello no podrá hacerse con un determinado tipo de enseñanza tradicional que atienda solo a la vía del entendimiento sin acudir a la experiencia vital (hechos no solo conocidos sino experimentados e integrados). Y esto lleva a una metodología que ha de ser problematizadora y activa.

La E.A. trabaja toda una serie de grandes conceptos integradores del pensamiento, entre los que destacan los de espacio, de tiempo (en sus componentes biológicos, históricos y geológicos), los de ser vivo, de sociedad, de causalidad, etc.

El enfoque y el concepto de sistema es para ella esencial, su estructura y funcionamiento, los conceptos de emergencia y realimentación o las nociones de complejidad y de desarrollo sostenible. El enfoque sistémico es, hay que recalcarlo, una característica metodológica básica de la E.A.

Se necesita una auténtica revolución metodológica. Se trata de abrir la escuela a la vida, al entorno, gran potencial de información que hay que interpretar y no sólo «recibir». No interesan a la E.A. los mensajes acabados, el saber hecho, sino el planteamiento de problemas y la búsqueda de soluciones con una visión sistémica de la realidad estudiada desde muy distintos puntos de vista.

Todo ello nos conduce a la interdisciplinariedad, a la transdisciplinariedad y a los métodos activos y participativos. Es decir, a conseguir la cooperación de todas las disciplinas en esta enseñanza, buscando los principios básicos que permitan el tratamiento de los temas ambientales desde cualquier disciplina, y convirtiendo a alumnas y alumnos en agentes de su propio aprendizaje; lo que va a significar el cambio del papel del profesorado, que de poseer y transmitir el conocimiento pasa a gestionar el aprendizaje de los y las estudiantes.

 

Se trata, pues, de una metodología a la que convienen las técnicas de investigación-acción y de resolución de problemas, que requiere el trabajo de campo, el contacto con el entorno… y que funciona mejor con técnicas como la de proyectos, los ejercicios de simulación, el juego, etc., buscando siempre facilitar la toma de decisiones.

Bastantes de estas características están siendo llevadas a los distintos sistemas educativos con el nombre a veces de temas transversales. No obstante no es la única posibilidad, si bien sea la más «ortodoxa» y también la más difícil, ya que nos introduce en el peliagudo mundo de la coordinación y la interdisciplinariedad.

 

Al carácter integrador de la E.A. conviene muy bien el trabajo sobre proyectos globalizados, que permiten a las distintas materias transitar por determinados problemas sin necesidad de recargar sus contenidos, sino de tratarlos de otro modo, de aplicar conocimientos y destrezas y de dirigirlos a la solución de problemas y a la acción.

Los denominadores comunes de este enfoque, en su traducción didáctica, podrían resumirse en una metodología problemática y problematizadora, que plantee problemas concretos y ambientalmente relevantes y lo haga a través de fuentes diversas (mapas, textos, gráficos…). Una metodología en la que se seleccionen y traten adecuadamente los conceptos y procedimientos más aptos para el problema de que se trate, incluyendo aquellos que, procedentes de otras ciencias que la de referencia, sean útiles al trabajo emprendido. Y en la que el problema se sitúe en el tiempo y se identifique y analice a diversas escalas (macro, meso y micro), es decir, que sitúe el problema en el espacio y en el tiempo. Se relacionará el tema con el entorno, para implicar y sensibilizar a los estudiantes ante él, pero sin olvidar la visión planetaria propia de la E.A.

 

CONTENIDOS:

·       MÓDULO 1: Ciencia: conceptos y utilidades. El método: concepto y tipos. El método científico en las áreas exactas, naturales, ambientales y sociales. El rol y la función del asesor en un proyecto de Educación Ambiental. Desarrollo de capacidades en el nivel inicial, primario y secundario relacionadas con la educación ambiental.

·       MÓDULO 2: Enfoque didáctico y epistemológico de la Educación Ambiental. Paradigma ambiental. Crisis ambiental. Los cambios de paradigmas científicos durante la modernidad haciendo una lectura desde su impacto cultural.  Definición de problema ambiental. Historia de la Educación ambiental. Características de la Educación Ambiental. Características del problema ambiental. Identificación de problema ambiental. Método de Resolución de Problemas

 ·       MÓDULO 3: Pedagogía Ambiental: Método Resolución de problemas. Características del Proyecto de Educación Ambiental. Pasos para la elaboración de un proyecto de Educación Ambiental (E-A), Organización de contenidos curriculares en torno a un problema ambiental. Transversalización de la E-A para el abordaje de los contenidos áulicos. Herramientas necesarias para la construcción de un proyecto de E-A.

 ·       MÓDULO 4: Elaboración del proyecto de Educación Ambiental. Análisis de proyectos modelo. Identificación del problema ambiental. Interdisciplinariedad de los saberes necesarios  para la integración de las disciplinas del problema. Análisis de reglamento vigente de Feria de ciencias. Adecuación de proyectos vigentes e iniciados.

·       MÓDULO 5: La Educación Ambiental y los Lenguajes de Comunicación: Las nuevas tecnologías de la comunicación. La web 2.0. El uso de las Ntics como herramientas para la Educación Ambiental

 

 EVALUACION FINAL

Presentación y puesta en práctica de los proyectos de Educación Ambiental construidos durante el curso.

Documentación de la puesta en práctica del Proyecto de EA por medio de las herramientas de la WeB 2.0

Los criterios a evaluar serán:

 ·      significancia del problema ambiental seleccionado

·      adecuación al nivel al cual va dirigido

·      Seleccion de contenidos curriculares

·      adecuación de los contenidos al nivel al cual va dirigido

·      impacto comunitario que provoca

·      coherencia interna

·      fidelidad epistemológica y didáctica

 

METODOLOGÍA

 

La modalidad de cursada será totalmente virtual a través de la plataforma Moodle localizada en el portal www.manekenk.org.ar

Los cursantes ingresan con nombre de usuario y clave de acceso otorgado por el administrador de la plataforma.

El curso estará estructurado en tres grandes momentos:

 

  • 1er momento:

o Marco teórico:  En este momento se desarrollarán los contenidos teóricos de cada módulo mediante la lectura de bibliografía específica seleccionada por la docente a cargo

 

  • 2do momento:

o Marco didáctico: En este momento se construirán las articulaciones con los diferentes espacios curriculares y áreas de conocimiento. Se discutirán metodologías y estrategias áulica. Se diseñarán estrategias de aprendizaje para llevar a las aulas o a la comunidad en los diferentes niveles educativos y se sociabilizarán las experiencias exitosas que han aplicado los docentes con sus estudiantes. Se hará hincapié en las metodologías de Resolución de problemas y de Investigación acción, adecuando a cada nivel las estrategias.

Las actividades del aula serán las que propone Moodle como espacio de formación viertual tales como, foros, wikis, videos, mails, chat, etc.

 

  • 3er momento:

o Implementación en el aula (o espacio comunitario) de las estrategias analizadas en el Curso: Una de las metas primordiales  de este curso es promover el análisis profundo de la práctica y las conductas. Intentamos provocar un gran impacto en las áulas o comunidad. La intención es que los cursantes puedan realizar micro experiencias de investigación, hacer un análisis de las estrategias, obstaculos y facilitadores del proceso de enseñanza de la Educación Ambiental. Al finalizar la microexperiencia, poder compartir con otros cursantes y seguir avanzando hacia prácticas más superadoras.  

 

MONITOREO Y SEGUIMIENTO

 

Dado que el equipo que diseñó y coordina este curso no convive en la misma ciudad con los participantes, las estrategias de seguimiento se realizarán a través de la página web con que cuenta nuestra Asociación www.manekenk.org.ar por medio del aula virtual. 

El curso será dictado por la Lic Nancy Fernandez y contará además con facilitadores del aula que mediaran entre los cursantes y promoverán el dinamismo que una formación virtual debe poseer.

 

CARGA HORARIA:

 

·      Carga horaria total:                  60 hs cátedra

·      Duración aproximada:                       2 meses          

 

REQUISITOS DE ACREDITACIÓN:

Participación activa en la plataforma virtual

Aprobación y presentación de proyecto de Educación Ambiental

 

 

Más información

 

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