Prácticas Educativas Participativas. Parque Nacional Tierra del Fuego

Este proyecto será ejecutado por la Asociación Mane´kenk, en articulación con el Instituto Provincial de Enseñanza Superior Florentino Ameghino y el Programa de Historia Oral de la Universidad de Buenos Aires.
Se promoverá a través de talleres y encuentros de capacitación líneas de acción tendientes a conservar la biodiversidad, los ecosistemas y la historia cultural de la región, promoviendo la participación de los estudiantes de formación docente y la comunidad local.
Se promoverá la formación de grupos de trabajo interinstitucional con continuidad durante dos años. Como meta final, se producirá contenido educativo adaptado a la realidad local con contenidos ambientales y socio-históricos, elaborados participativamente y destinado a todos los niveles del sistema educativo de la Provincia de Tierra del Fuego.
Esto comprende: libros para alumnos, manuales para docentes y herramientas educativas digitales como, página web, CDs interactivos y aplicaciones de la Web 2.0. Se producirán juegos didácticos ambientales y socio-históricos con material lúdico para los niveles inicial y especial.
Se promoverá hacer protagonistas a los estudiantes de formación docente, docentes y referentes locales mediante un proceso participativo consistente en cursos y talleres que generen el diálogo y la inclusión, y que potencien la discusión y capacitación sobre las temáticas ambientales y socio-históricas locales.
Se trabajará de manera integrada con especialistas de cada área (investigadores, técnicos, educadores ambientales, historiadores, didáctas, etc.) para capacitar a la comunidad educativa y generar los contenidos de los materiales educativos con miras a mejorar el conocimiento del área.
Este proyecto responde a la metodología de investigación-acción participativa, la cual pretende producir cambios de manera endógena con un compromiso e involucramiento por parte de todos los participantes.
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En los últimos años, los incendios forestales han sido una problemática socio- ambiental que han impactado profundamente en la comunidad local. Por ello, es que de manera articulada con el Plan Provincial de Manejo de Fuego hemos elaborado este sencillo manual, con el objeto de que todos aquellos que estén preocupados por el cuidado del bosque puedan contar con herramientas teóricas, prácticas y estéticas para llevar adelante estrategias de Educación Ambiental.
Hoy es el Día Mundial del Medio Ambiente y queremos recordar el Compromiso por una educación para la Sostenibilidad.
El 1 de enero de 2005 se subía este texto (disponible en http://redesoei.ning.com/profiles/blogs/compromiso-por-una-educacion-para-la-sostenibilidad-dia-del-medio ) y desde entonces miles de profesores se han ido adhieriendo. Por ello os pedimos vuestro apoyo en la difusión para que hoy lleguemos a muchos docentes con este Compromiso. Ojalá muchos estudiantes, sus familias tengan oportunidad de leerlo. Naciones Unidas, frente a la gravedad y urgencia de los problemas a los que se enfrenta hoy la humanidad, ha instituido una Década de la Educación para un Futuro Sostenible (2005–2014), designado a UNESCO como órgano responsable de su promoción. El manifiesto que presentamos constituye un llamamiento a participar decididamente en esta importante iniciativa (Ver http://www.oei.es/decada/). Compromiso Vivimos una situación de auténtica emergencia planetaria, marcada por toda una serie de graves problemas estrechamente relacionados: contaminación y degradación de los ecosistemas, agotamiento de recursos, crecimiento incontrolado de la población mundial, desequilibrios insostenibles, conflictos destructivos, pérdida de diversidad biológica y cultural … Esta situación de emergencia planetaria aparece asociada a comportamientos individuales y colectivos orientados a la búsqueda de beneficios particulares y a corto plazo, sin atender a sus consecuencias para los demás o para las futuras generaciones. Un comportamiento fruto, en buena medida, de la costumbre de centrar la atención en lo más próximo, espacial y temporalmente. Los educadores, en general, no estamos prestando suficiente atención a esta situación pese a llamamientos como los de Naciones Unidas en las Cumbres de La Tierra (Rio 1992 y Johannesburgo 2002). Es preciso, por ello, asumir un compromiso para que toda la educación, tanto formal (desde la escuela primaria a la universidad) como informal (museos, media…), preste sistemáticamente atención a la situación del mundo, con el fin de proporcionar una percepción correcta de los problemas y de fomentar actitudes y comportamientos favorables para el logro de un futuro sostenible. Se trata, en definitiva, de contribuir a formar ciudadanas y ciudadanos conscientes de la gravedad y del carácter global de los problemas y preparados para participar en la toma de decisiones adecuadas. Proponemos por ello el lanzamiento de la campaña Compromiso por una educación para la sostenibilidad. El compromiso, en primer lugar, de incorporar a nuestras acciones educativas la atención a la situación del mundo, promoviendo entre otros:
El compromiso, en segundo lugar, de multiplicar las iniciativas para implicar al conjunto de los educadores, con campañas de difusión y concienciación en los centros educativos, congresos, encuentros, publicaciones… y, finalmente, el compromiso de un seguimiento cuidadoso de las acciones realizadas, dándolas a conocer para un mejor aprovechamiento colectivo. Llamamos así a sumarnos decididamente a las iniciativas de la Década de Educación para un Futuro Sostenible, que Naciones Unidas promueve de 2005 a 2014. Educadores por la sostenibilidad |
De un hombre en las Maldivas preocupado por trasladar a su familia ya que el nivel del mar aumenta, a un oso polar en el derretimiento del ártico, el cambio climático tiene muchas caras. Para celebrar el Día Internacional de la Madre Tierra, se han recogido en todo el mundo imágenes de personas, animales y lugares directamente afectados o amenazados por el cambio climático, así como imágenes de personas esforzándose para hacer algo al respecto. Ver la galería .
La Madre Tierra es una expresión común utilizada para referirse al planeta Tierra en diversos países y regiones, lo que demuestra la interdependencia existente entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que todos habitamos. Por ejemplo, en Bolivia la llaman «Pacha Mama» y nuestros ancestros en Nicaragua se referían a ella como «Tonantzin».
La proclamación del 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra supone el reconocimiento de que la Tierra y sus ecosistemas nos proporcionan la vida y el sustento a lo largo de nuestra existencia. También supone reconocer la responsabilidad que nos corresponde, como se expone en la Declaración de Río de 1992, de promover la armonía con la naturaleza y la Tierra a fin de alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras.
Reconociendo que la Madre Tierra refleja la interdependencia que existe entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que todos habitamos, la Asamblea General declaró el 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra para destacar la necesidad de ayudar a mejorar las vidas de los niños y los adultos que sufren del desorden para que puedan llevar una vida plena y significativa.
La fractura hidráulica, más conocida por su término anglosajón fracking, es una técnica de extracción de gas y petróleo de yacimientos no convencionales, generalmente de formaciones de esquistos (shale), arenas compactas (tight sands) y mantos de carbón (coalbed methane). Estas formaciones geológicas se ubican a varios miles de metros de profundidad y para acceder a ellas se debe perforar hasta la formación que alberga los hidrocarburos, empleando una técnica de perforación mixta. En primer lugar, se perfora verticalmente y posteriormente se continúa de forma horizontal, a lo largo de varios kilómetros.
Los yacimientos no convencionales donde se utiliza el fracking son formaciones poco permeables y compactas, en las que los hidrocarburos se encuentran dispersos. Para liberarlos se debe fracturar la roca inyectando millones de litros de agua a alta presión (98%), mezclada con arena y una serie de aditivos químicos (2%); la cantidad de litros varía en función de la cantidad de fracturas que se realicen por pozo. Esto posibilita que los hidrocarburos asciendan a la superficie junto con parte de la mezcla inyectada, denominada reflujo (se recupera una cantidad que varía entre un 9 y un 35%). El resto queda en el subsuelo.
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=i9MOISFiAP4[/youtube]
MAS INFO http://www.argentinalibredefracking.org/
Nos preguntamos
¿¿Porque no se aplica la Ley de etiquetado de transgénicos????
Si querés conocer la Ley, podes leerla completa aquí
Ley Nº 579: Alimentos Transgénicos – Defensa al Consumidor – Deber de informar y publicación de Alimentos Transgénicos.
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¿Tiene sentido distinguir, como algunos han pretendido, entre sustentabilidad y sostenibilidad?
En nuestra opinión no ha lugar a dudas: se trata de dos expresiones que se utilizan y pueden seguir siendo utilizadas como sinónimos. Baste señalar que el mismo texto inglés “sustainable development” es traducido en España y algunos otros países castellano parlantes como “desarrollo sostenible”, mientras que en México y otros muchos países latinoamericanos se traduce como “desarrollo sustentable”. Podemos recordar también que en italiano, por ejemplo, se ha traducido como “sviluppo sostenibile” o que en lengua portuguesa se utiliza “desenvolvimento sustentável”. Se puede rastrear el origen de ambas expresiones y discutir cuál nos parece más adecuada, pero lo esencial es reconocer que se utilizan con el mismo significado.
Esto no debiera preocuparnos ni extrañarnos: los “reportes de sustentabilidad” de las empresas mexicanas, por ejemplo, significan lo mismo que las “memorias de sostenibilidad” de las empresas españolas. Es algo que ocurre con muchas otras palabras: caminar por la vereda de una calle de Buenos Aires o por la acera de una calle de Sevilla no nos lleva a elucubrar acerca del distinto significado de “vereda” y “acera” en este contexto urbano. Y es algo que ocurre en cualquier lengua: ¿acaso los angloparlantes no hablan indistintamente de liberty y de freedom?
Hemos de ser muy cuidadosos en el manejo de los conceptos y no contentarnos con semejanzas (o diferencias) puramente formales de expresiones utilizadas sin profundizar, como simples eslóganes. No basta, por ejemplo, decir “desarrollo sustentable” (o “sostenible”) para saber qué estamos proponiendo o criticando. Ni siquiera basta con dar la conocida definición de la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo (CMMAD): “es el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades«. Esto sigue siendo ambiguo y permite que algunos confundan “desarrollo” con “crecimiento” y utilicen la expresión “desarrollo sostenible” (o sustentable) en apoyo de sus políticas de “crecimiento sostenido”, algo absolutamente insostenible en un planeta finito. Y la misma confusión conduce a otros a rechazar la expresión como “una nueva mistificación del Norte para poder continuar sus prácticas de crecimiento depredador e insolidario”.
Es preciso dejar claro que el nuevo concepto parte de la posibilidad de que haya desarrollo, mejora cualitativa o despliegue de potencialidades, sin crecimiento, es decir, sin extracción de materiales a un ritmo superior al de su regeneración (cuando son renovables) ni producción de residuos a un ritmo superior al de su posible digestión por los ecosistemas. Dicho con otras palabras, si bien el crecimiento no puede continuar indefinidamente en un mundo finito, sí es posible el desarrollo. Posible y necesario, porque las actuales formas de vida no pueden continuar, deben experimentar cambios cualitativos profundos, tanto para aquellos (la mayoría) que viven en la precariedad como para el 20% que vive más o menos confortablemente. Y esos cambios cualitativos suponen un desarrollo, no un crecimiento global, aunque sí crecimientos locales, acompañados de decrecimientos en otros lugares, para hacer frente a desequilibrios inaceptables e insostenibles.
Precisamente, otra de las críticas que suele hacerse a la definición de la CMMAD es que, si bien se preocupa por las generaciones futuras, no dice nada acerca de las tremendas diferencias que se dan en la actualidad entre quienes viven en un mundo de opulencia y quienes lo hacen en la mayor de las miserias. Sin embargo, en la misma página en que se da dicha definición podemos leer: “Aun el restringido concepto de sostenibilidad física implica la preocupación por la igualdad social entre las generaciones, preocupación que debe lógicamente extenderse a la igualdad dentro de cada generación”. E inmediatamente se agrega: “El desarrollo sostenible requiere la satisfacción de las necesidades básicas de todos y extiende a todos la oportunidad de satisfacer sus aspiraciones a una vida mejor”.
Nada justifica, pues, que se califique el concepto de desarrollo sostenible (o sustentable) como una nueva mistificación del Norte para continuar de manera suicida sus prácticas de crecimiento insostenible e insolidario (aunque en la mente de algunos empresarios y políticos anide esta significación). Muy al contrario, el concepto de sustentabilidad (o sostenibilidad) es un concepto absolutamente nuevo, que supone haber comprendido que el mundo no es tan ancho e ilimitado como habíamos creído y que exige tomar en consideración la totalidad de problemas interconectados a los que la humanidad ha de hacer frente.
Hoy sabemos que es necesario, urgente y posible, hacer frente a la actual situación de emergencia planetaria, favoreciendo la transición a la sostenibilidad (o, si se prefiere, sustentabilidad). Evitemos, pues, las lecturas superficiales y no nos dejemos arrebatar -por quienes tan solo buscan su beneficio particular a corto plazo- los conceptos necesarios para orientar acciones fundamentadas.
Educadores por la sostenibilidad
Boletín Nº 83, 24 de octubre de 2012
http://www.oei.es/decada/boletin083.php
Un grupo de indígenas ecuatorianos presentaron una querella contra la petrolera Chevron(por 18.000 millones de dólares) debido a la extensa contaminación que la explotación petrolera de la firma causó en la Amazonia. Pero la justicia no es igual para todos. Humberto Piaguage, portavoz de la Organización Indígena Secoya, ha señalado que ha habido un fallo de los tribunales de Ecuador a su favor, pero ahora se está produciendo una interferencia de untribunal privado extranjero.
No sólo los indígenas, sino también las organizaciones medioambientales, solicitaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que exija al Gobierno de Ecuador medidas de precaución en este intento de arbitraje. La directora del grupo de defensa Public Citizen, Lori Wallach, ha afirmado que la intervención significa una expansión peligrosa de este recurso que amenaza las causas de derechos humanos y el medio ambiente.
La demanda se produjo por la contaminación ambiental causada por la petrolera Texaco, adquirida por Chevron en 2001, ocurrida, entre 1964 y 1992, en la región ecuatoriana de Lago Agrio. El Pueblo Kichwa vivió el desastre medioambiental: contaminación en el suelo y agua, así como los abusos sufridos por la población indígena y local a manos de la petrolera y sus trabajadores. “Nuestro territorio ha disminuido, nuestras familias sufren, nuestras mujeres han sido abusadas, los jóvenes han sido corrompidos por el alcohol distribuido por la petrolera”, ha dicho uno de los indígenas.
El año 2002, para evitar un juicio ante un tribunal federal de Estados Unidos, Chevron eligió las causas en los tribunales ecuatorianos, que incluían demandas de las comunidades indígenas afectadas por la contaminación, incluyendo un derrame de más de 60.000 millones de litros de desechos tóxicos.
En 2011, un tribunal de Ecuador país ordenó el pago de 18.000 millones de dólares, que se destinarían a la limpieza de los terrenos contaminados. La compañía petrolera perdió varias apelaciones en tribunales ecuatorianos y estadounidenses, así que ha buscado otra vía: el Tratado Bilateral de Inversiones entre ambos países.
Chevron no quiere pagar por la contaminación causada. Cueste lo que cueste. La Justicia, definitivamente, no es igual para todos.